Coloca la media taza de chía en un recipiente y cúbrela con agua. Deja reposar durante al menos 4 horas o toda la noche en el refrigerador para que las semillas absorban el agua y se forme una textura gelatinosa.

Una vez que la chía esté lista, añade una pizca de sal y mezcla bien.

En una sartén pequeña, derrite la cucharada de aceite de coco a fuego bajo. Agrega las semillas de cajuil semi trituradas y tuéstalas ligeramente durante unos 2-3 minutos, removiendo constantemente para evitar que se quemen. Retira del fuego y deja enfriar.

En un bol grande, combina la chía reposada con el chocolate orgánico amargo. Mezcla bien hasta que el chocolate esté bien incorporado.

Añade las semillas de cajuil tostadas, el guineo en rueditas finas y las pasas a la mezcla de chía y chocolate. Remueve suavemente para integrar todos los ingredientes.

Reparte la mezcla en vasos o copas individuales y refrigera durante al menos 30 minutos antes de servir para que los sabores se integren bien.

Sirve frío y disfruta de este delicioso y nutritivo mousse de chía.